Mirant enrere cada
vint-i-cinc anys per retrobar-nos en les noticies per les quals la Pobla Llarga
va estar en boca de tots, tenim primer que res la Pedregada de 1995. Aquell
31 d’agost on del cel va caure destrucció per tot arreu (cotxes, cases, camps).
Com va quedar la uralita d'una andana després de la Predregà
En 1970, fa ara cinquanta
anys, la premsa parlava de la campanya citrícola ací a la Pobla (i d'altres pobles
com Carcaixent o Alzira) per no arribar a les xifres de recol·lecció de 1969.
Dos van ser els motius pels que la campanya no va ser tan bona: per les
gelades en el moment els tarongers estaven florint; i també per la tristesa,
una infermetat vírica que mata els arbres sense poder posar-li remei.
En 1920, fa cent
anys, ja vam comentar com els Successos continuaven molt presents (fins
i tot al Congrés del Diputats) però altes fets van fer que es parlara de la
Pobla com les obres fetes al carrer Sant Vicent. La premsa deia en abril que hace
veinticinco años que se intentaron unas expropiaciones de casas y tierras, para
urbanizar y dar salida a una de las principales calles. Ahora, gracias al celo
y actividad del alcalde, señor Llorca, se ha logrado dicha mejora, y con este
motivo, el pueblo ha organizado grandes fiestas. Dos dies de celebracions (11 i 12 d’abril) per obrir el Sant Vicent, que va veure com la Fira de Sant Pere, en juny, es feia per
primera vegada allí.
En 1895, cent vint
i cinc anys enrere, va prendre possessió un alcalde conservador ací a la Pobla amb
un acte que segons la premsa nada deja qué envidiar á otras fiestas
africanas. Es narra com es
tiraren coets algunos de los cuales colocáronse en las ventanas y
puertas de la casa de los enemigos políticos de la nueva autoridad, y cuando ya
no quedaba pólvora, las puertas de los contrarios políticos fueron pintadas con
materiales mal olientes.
Aquest alcalde va
ser noticia al poc de temps per un ban on prohibia a tots els poblatans a eixir
de la Pobla sense el seu permís durant la nit. Segons la premsa, l'objectiu que
tenia aquesta prohibició era que ell, l’alcalde, regara els seus horts sense
cap problema. Hi havia sequera gran i tots els llauradors tenien que esperar el
seu torn per poder regar, ¡y mire usted qué casualidad! todos los
sembrados están mustios menos los del Alcalde!. Fins i tot, un tal Felipe Pérez y Gonález
li va dedicar una poesia, publicada en La independencia diario de la tarde el 22 d’agost d’aquell
1895 que ací vos transcrivim:
¿ALCALDE DIJO?...
Refieren varios periódicos
que en Puebla Larga (Valencia)
hay un despótico alcalde
“absolutista”, que deja
tamaño al de Ciempozuelos,
aquél que en reciente fecha
“soltó”, un bando en que prohibía
bajo yo no sé qué penas,
de un Código especial suyo,
que pasaran bicicletas
por el termino del pueblo,
porque causaban molestias
á los conejos sensibles
y abortos á las conejas
nerviosas é impresionables
que estaban fuera de cuenta.
El de Puebla Larga ahora
acaso en probar se empeña
que él es un alcalde largo
por ser de una Larga Puebla
y ha largado un bando “fiero”
en que al vecindario ordena
que de las casas no salga
de noche, sin su licencia.
-Diga usted, señor alcalde,
y usted me dispense, cuentan
que le dijeron, ¿y si uno
tiene que salir por fuerza,
para alguna cosa urgente,
“verbo en gracia”, que uno enferma
de repente, ó que se “ostina”
en dar á luz la parienta?
-Pues va “uno” al Municipio
y saca el permiso en regla,
-Y para ir sale á la calle
“contra el bando” y no lo lleva.
Quedo el alcalde perplejo,
y haciendo expresiva mueca
volvió la espalda, dejando
al preguntón sin respuesta.
Y por seguir en sus trece
sin declarar su torpeza,
y no confesar el yerro,
un nuevo bando proyecta,
mandando severamente
que de noche nadie pueda
enfermar, bajo ningún
pretexto, sea el que sea.
Y respecto a dar á luz,
prohibiéndolo de manera
que impondrá duro castigo
á la que hacerlo se atreva.
Porque, según se asegura,
es lo que el alcalde piensa,
querer dar á luz … de noche,
es ¡basta una incongruencia!
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